Por su riqueza, sincretismo y misticismo, El Gato Loco es un sitio que evoca un hedonismo puro, un regodeo epicúreo donde asistimos a los vuelcos grandilocuentes de un chef que conmueve con universos icónicos barrocos de sabores luminosos y formas deliciosas, con resolución y concierto, ataviadas con ingredientes exóticos importados. Imágenes sencillas, cocinadas con pericia y reconquistadas, reinterpretadas, con arrojo. Esta revolución gastronómica (y astronómica) en México no es más que la sublimación de un paisaje sazonado y redimido a los límites de la sinestesia.
César Segura
lunes, 15 de febrero de 2010
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bravísimo!
ResponderEliminarla cancion de samaniego es mi favorita!!! se ve exquisito!!! espero hayas pasado un feliz cumpleaños mi estimado primo!! un abrazo man!
ResponderEliminarHorizontal, esfe(e)rica, del horno arrebatada, metamorfosis a las entrañas humanas encaminada,
ResponderEliminarde vanas alquimias engendro altivo, hija de estrellas taciturnas sometidas en fuegos domesticados; los artilugios de un Felino Desquiciado, escalar pretenden las estrellas, las papilas rutilantes de otro gusto extinguir con texturas esplendentes al gusto sosegadas, en tal cantidad su atezado ceño al superior convexo casi llegar, quedando en sus humanas formas el convidado sólo dueño del aire que empaña con el aliento denso que exhala; y, en las postrimerías, en la quietud contenta de imperioso silencio digestivo, sumiso, sólo voces digitalizadas consienta, tan obscuras, tan graves, que aun el silencio no se interrumpa.
Cesár Segura
De nueva cuenta lo hiciste, Prof.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente resturante a puerta cerrada.
ResponderEliminarUna felicitación.
Tendrá el Gato Loco una sucursal en el Nena?
ResponderEliminarEspero que si.
Tutto Benne, Tiburonino.